Los sesos de cordero son de esos ingredientes que han ido perdiendo popularidad, pero para los amantes de la casquería siguen siendo un auténtico manjar.
Tienen una textura increíblemente suave y un sabor delicado, bien preparados quedan deliciosos. Recuerdo la primera vez que los probé en un revuelto, en casa de mi tía. Ella siempre decía que en la cocina no se debe desperdiciar nada, y qué razón tenía. El resultado fue un plato cremoso, lleno de sabor y con ese toque tradicional que hace que quieras repetir.
En esta receta, la combinación de champiñones, huevo y queso de oveja rallado es un acierto seguro. En menos de 15 minutos, siempre que tengas preparados los sesos, aquí te dejo Cómo limpiar y cocer los sesos de cordero, tienes un plato listo que sorprenderá hasta a quienes no están acostumbrados a la casquería.. Son rápidos, fáciles y, si les metes buenos ingredientes, quedan espectaculares.
Los revueltos son una de esas opciones perfectas cuando quieres comer bien sin complicarte demasiado. Son rápidos, fáciles y, si usas buenos ingredientes, el resultado es espectacular. En esta receta, la combinación de champiñones, huevo y queso de oveja rallado es un acierto seguro. En menos de 15 minutos tienes un plato listo que sorprenderá hasta a quienes no están acostumbrados a la casquería..
Este revuelto es perfecto como plato principal acompañado de pan crujiente o una ensalada fresca. Su textura suave y su sabor profundo lo convierten en una opción ideal para quienes buscan sabores tradicionales con un toque especial.
Cómo preparar Revuelto de sesos de cordero. Sigue paso a paso la receta de este cremoso plato
En una sartén con aceite de oliva, sofríe el ajo picado hasta que esté dorado. Lamina y añade los champiñones y cocínalos a fuego medio hasta que suelten su agua y se doren ligeramente.
Incorpora los sesos de cordero ya cocidos y troceados y saltéalos durante un par de minutos. Mira aquí como limpiarlos y cocerlos bien.
Bate los huevos en un bol y viértelos en la sartén. Cocina los huevos a fuego bajo y remueve constantemente para evitar que se sequen demasiado.
No añadas sal al inicio, ya que esto puede hacer que los huevos pierdan cremosidad.
Retira el revuelto del fuego cuando aún esté ligeramente jugoso, ya que el calor residual terminará de cocinarlo.
Justo antes de retirar del fuego, agrega el queso rallado y mezcla bien.