¿Buscas un picoteo fácil, rápido y delicioso? ¡Las sardinas marinadas con naranja son tu mejor opción! Este plato, además de ser súper sencillo de preparar, es una explosión de sabor en cada bocado. La combinación del pescado con los cítricos y las hierbas aromáticas es simplemente irresistible.
¿Por qué marinarlas?
Marinar las sardinas con sal y azúcar es realzar su sabor natural. Extrayendo la humedad justa para que queden jugosas y sabrosas.
Marinar pescados es una técnica ancestral, utilizada por nuestros antepasados para conservar los alimentos durante más tiempo. Hoy en día, seguimos usando esta técnica de conservación pero adaptada a nuestros gustos actuales.
¿Sabes por qué funcionan tan bien los cítricos con el pescado? La acidez de la naranja corta la grasa del pescado, realza su sabor y aporta una acidez refrescante que equilibra su intensidad.
Por otra parte el romero le confiere un aroma intenso y la menta les aporta frescura. El aceite de oliva, por su parte, las protege y las hace más suaves al paladar.
¿Cómo disfrutar de las sardinas marinadas con naranja?
Las posibilidades son infinitas. Puedes servirlas sobre unas tostadas de pan rústico con un poco de tomate. También quedan deliciosas en una ensalada fresca con lechuga, cebolla roja y un aliño de vinagreta. O como en este original Snack de sardina marinada, naranja y aguacate. ¡La imaginación es el límite!
Sardinas marinadas con naranja
Cómo preparar Sardinas marinadas con naranja. Sigue paso a paso la receta de esta refrescante versión de pescado.
Ingredientes
Elaboración
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Preparar las sardinas:
Limpia las sardinas retirando las escamas, vísceras y cabeza. Corta en filetes.
Sumerge los filetes en un bol con agua fría y hielo durante 1 hora para eliminar posibles restos de sangre y aportar firmeza.
Congela los filetes durante al menos 5 días para garantizar la eliminación de parásitos. Antes de usarlos, descongélalos en el frigorífico durante 24 horas.
Marinar
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Una vez descongeladas, seca cuidadosamente los filetes con papel de cocina.
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En un bol, combina la sal, el azúcar, la ralladura de naranja, el zumo, el romero fresco y las hojas de menta picadas. Esta mezcla será la clave del marinado.
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En un recipiente amplio, coloca una capa de la mezcla de sal en el fondo, seguida de una capa de sardinas con la piel hacia abajo. Repite el proceso, alternando capas, hasta terminar. Cubre el recipiente y deja reposar en el frigorífico durante 40 minutos.
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Retira las sardinas del marinado, enjuágalas suavemente con agua fría y sécalas nuevamente.
Coloca las sardinas en un recipiente hermético y cúbrelas completamente con aceite de oliva virgen extra. Guarda en el frigorífico hasta el momento de servir.