Vacaciones en familia, el placer de comer sin cocinar

Las vacaciones son el momento de descansar y disfrutar de la familia, pero para los encargados de preparar la comida en casa, también pueden ser un verdadero de estrés.

Volver a casa de la abuela

Os presentaré a Inés, una abuela como otras muchas que, cuando llega el mes de agosto tiene que hacer malabares para tener a todos contentos a la hora de comer, o por lo menos eso era antes…

Es sábado, y la familia de Inés comienza a llegar a casa, pasarán allí unas semanas de descanso donde podrán disfrutar todos de la calidez del hogar familiar.

La abuela es experta en cocinar para muchos, sabe cómo hacer de todo, desde un simple plato de pasta hasta una cena veraniega de lo más chic. Siempre está dispuesta a ponerse el delantal, y nunca se queja de que tiene demasiado trabajo.

Los nuevos gustos en cocina

Cuando la abuela está en la cocina, todo es perfecto. El olor a comida recién hecha llena la casa, y la familia está feliz. Inés es la encargada de crear recuerdos que durarán toda la vida. Desayunos tardíos en el jardín de casa y sobremesas interminables junto a la piscina.

Es muy bonito, idílico; los primeros días todos están emocionados de estar en casa y quieren comer algo especial. Inés se pone a cocinar un gran banquete, pero al final nadie está contento con la comida.

Este año algo ha cambiado: Tenemos a papá al que le gusta la carne menos hecha, a la niña que ha descubierto la dieta keto y a la madre que de la noche a la mañana se ha vuelto vegetariana. La abuela es una excelente cocinera, pero se siente abrumada con tanto cambio.

El campo de batalla

Al día siguiente intentan hacer algo diferente, todos se proponen ayudar a preparar la comida.

Papá quiere hacer su famosa paella, mamá su risotto con setas, a los niños les apetece pizza e Inés se conforma con que no conviertan su cocina en un campo de batalla.

Está llena de gente, los olores se mezclan y el ruido es ensordecedor. Hay adultos en pleno combate luchando por el control de la sartén, niños que se pelean por echar los ingredientes y un popurrí de gente que opina sobre todo. ¡El caos está servido!

El tercer día, la abuela está a punto de rendirse, pero tiene una idea brillante: Pedir un menú para toda la semana en ¡MiPlato! Así cada uno podrá comer lo que más le gusta sin tener que cocinar. Hacen el pedido, en un par de días máximo llega a casa y pueden guardarlo en la nevera durante las semanas que estén de vacaciones. ¡Por fin Inés va a descansar!

Por experiencia propia: Vacaciones en familia, el placer de comer sin cocinar

Se lo emocionante y especial que es pasar tiempo juntos durante estas merecidas vacaciones. Es un momento para relajarse, reír, compartir historias y crear recuerdos inolvidables.

¿Por qué no aprovechar al máximo tu tiempo? Deja que MiPlato se encargue de la comida. Aquí te dejo unas cuantas razones:

Amplia variedad de platos que seguramente agradarán a cada miembro de la familia. Desde sabores caseros hasta platos internacionales, hay  para todos los gustos.

En lugar de pasar horas en la cocina,  o comprando lo necesario para preparar la comida, podrás disfrutar más tiempo junto a la familia. ¡Para eso son las vacaciones!

Y por último, uno de los aspectos menos atractivos de cocinar en vacaciones. El desorden que queda detrás.

En resumen, MiPlato te da la oportunidad de disfrutar plenamente de sus vacaciones en familia sintiendo el placer de comer sin cocinar

Porque cuando toda la familia está de vacaciones, la comida es mucho más que comida. Es una manera de compartir momentos, de disfrutar y de crear recuerdos que durarán para siempre. No hace falta pasar el día dentro de la cocina para comer bien.